LECTURES CURTES // LECTURAS CORTAS

 

 

La Buena Forma Física y el Placer
GEORGE SHEEHAN
Doctor en Medicina (especialista del corazón)


 

El Dr. George Sheehan es un atleta que ostenta el récord de los 1.600 metros para su edad. Cuando comenzó a correr, a los cuarenta y cinco años, llevaba más de veinte años practicando la medicina. Pero según él, hasta ese momento había conocido sólo la enfermedad, no la salud. Sheehan arriesga a formular conjeturas y confía en lo que aprende en sus "experimentos con un solo sujeto".

 


 

Un profesor le preguntó cierta vez al doctor Thomas Tutko cómo se puede decidir qué deporte le conviene más a un estudiante. "Limítese a preguntarle" _respondió Tutko. Pero ahora Tutko daba la misma respuesta que recibieron los griegos en Delfos, respuesta repetida por todos los sabios desde entonces. "Conócete a ti mismo" es el críptico mensaje. Debemos encontrar nuestras propias respuestas, nuestro propio deporte. El sabio nos dice cómo podemos hallar nuestra propia sabiduría, pues no puede darnos la suya.

Todo esto resulta desesperante para aquellos de nosotros a los que les gustaría transmitir su felicidad a los demás, guiarles por la vida y decirles en todo momento qué es mejor para ellos. Y quizá más desesperante aún para aquellos de nosotros a los que les gustaría que su futuro fuese decidido por algún consejero omnipotente. No debe sorprendernos que, ansiosos de respuestas, los atenienses se volviesen en contra de Sócrates cuando éste les respondió que examinaran sus propias vidas.

¿Cómo puede evaluar un estudiante un deporte que no ha practicado? De ninguna forma. En último extremo, es el propio individuo quien debe juzgarse a sí mismo y encauzar su propia vida.

El doctor R.L. Bohannon afirmaba que la profesión médica se había mostrado incapaz de reconocer el actual abismo en el campo de la salud: "El abismo entre la ausencia de enfermedades, por un lado, y el auténtico goce de vivir, con toda su energía, vitalidad y bienestar, por otro".

El deportista de tu barrio estará deseoso de desvelarte el secreto. El correr recompensa, y recompensa al instante. El ejercicio consigue efectos inmediatos y estimulantes. Se trata de un "coloque" natural que se alcanza legalmente. Algunas personas necesitan ejercicios que representen fundamentalmente un desafío a sí mismas, y otras necesitan juegos o deportes en los que desempeñen un importante papel las relaciones interpersonales y de grupo. Pero los que perseveren, el correr les aportarà valores buscados por todos los seres humanos: el hábito de la contemplación desarrollado en largas carreras en solitario, el arte de la conversación reencontrado cuando se corre con un compañero, el sentido de comunidad que brota de correr en grupo, el esfuerzo y el relajamiento final de la carrera competitiva y, finalmente, el desarrollo de unas capacidades físicas máximas que, a su vez, nos ayudan a encontrar nuestro máximo potencial espiritual e intelectual. "Las pruebas de esfuerzo-stress _afirma el fisiólogo deportivo P.O. Astrand_ deberían reservarse para los que no hacen ejercicio". De ese modo sabrían, añade, si gozan de suficiente buena salud como para poder permitirse una vida sedentaria.

Las amenazas no sirven de nada. La gente no se inclina a hacer una cosa simplemente porque sea buena para ellos. Según J. Herndon los estudiantes no hacen algo que no haga su propio profesor. "¿Por qué tenemos que dar por sentado que los jóvenes desearán hacer todo un montón de cosas que nosotros mismos no queremos, y que pueden llegar a hacerlo por su propia voluntad? _se pregunta_. ¿Se va acaso el profesor de matemáticas a casa y se dedica a resolver raíces cuadradas? ¿Se va a casa el profesor de idiomas y se dedica a analizar frases gramaticales?". ¿Qué ocurre con el profesor de Educación Física? ¿Y con los demás profesores? ¿Saben transmitir a sus alumnos la vitalidad, el sentido de drama y la estética que ellos mismos extraen de su práctica del deporte? ¿Seremos capaces de encontrar entrenadores que puedan convertir a sus alumnos en deportistas para toda la vida?

A la mayoría de los humanos no les atraen cosas tan pragmáticas como la buena forma física. Deberíamos practicar los deportes no porque sean prácticos, sino porque no lo son; no porque nos hagan sentirnos mejor, sino porque no nos importa cómo nos sentimos; no porque mejore nuestra buena forma física, sino porque nos interesan y absorben tanto que ni tan siquiera reparamos en ello.

 

Resumen del Capítulo 2 del Libro "DR. SHEEHAN ON RUNNING", 1975

 

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